martes, 21 de agosto de 2012

Mis primeros azotes

Ocurrió luego de una reunión del grupo de BDSM de Caracas, ya nos habíamos reunido varias veces en un local para conversar como esa vez, pero esa noche, pocas personas nos fuimos a casa de un integrante del grupo, había una compañera sumisa que debía unos azotes y nos sentamos a mirar como era castigada por un Señor y un par de Spankers, era la primera vez que yo veía eso, no había tenido mas experiencia en el BDSM desde que mi ex me ató.

Ella solo se bajó los pantalones acomodándose en un sofá y se dispuso a recibir los azotes con diferentes instrumentos, los contaba en voz alta uno a uno, observé como cada azote caía en ella, unos con mas fuerza y otros mas suave, cuando ya no soportaba un instrumento, decía la palabra de seguridad y pasaban al siguiente, sus nalgas se fueron tornando rosadas, luego rojas y al final se podía ver algunas áreas moradas con la forma del instrumento de azote, se notaba que le dolía. Yo estaba con los ojos abiertos de par en par, sin perder ni el mas minimo detalle, me empecé a inquietar en mi silla, no por miedo sino de gusto, quería sentir lo que ella, quería ser azotada y sentir ese dolor.

Al final terminaron con los azotes de ella, se subió sus pantalones y seguíamos conversando de nuevo, me preguntaron si yo quería lo mismo que ella y dije que no, debía comportarme, pero esa necesidad no salía de mi mente, no podía dejar de pensar en los azotes mientras todos conversaban tranquilamente, hasta que no aguanté y pedí ser azotada. Me preguntaron cuales instrumentos quería sentir, por quienes quería ser azotada, repetí el mismo "modus operandi" que mi compañera sumisa y me puse en lugar. Por alguna razón no tenía miedo, ni estaba nerviosa, respiré profundo y empezaron los azotes, los conté y usé la misma palabra de seguridad como ella, por supuesto no aguanté tanto como ella.

Sentía como con cada azote me ponía mas sensible y se calentaban mis nalgas, aguanté todo lo que pude y me encantó, estaba fascinada, quedé con ganas de mas, me fue placentero hasta sentir lo caliente que estaba mi trasero a travéz del pantalón  mientras conversabamos.

2 comentarios:

  1. Interesante descubrimiento. Mi experiencia fue hace mas de 10 años. Mi primera sumisa que era mejicana me dijo que la castigara con nalgadas la sugerencia por si sola fue deliciosa. Asi nacio Master Signus. Ha sido un caminar interesante desde ese dia.

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    1. Muchas gracias por compartir su nacimiento como Amo. Es un honor tenerlo por acá :)

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