miércoles, 17 de mayo de 2017

2. Mi dilema de Cuckquean

Él se ha estado escribiendo con ella, lo sé, no me lo ha negado.. He visto como sonríe cuando recibe un mensaje suyo y yo muero de la rabia. Él me dice que es solo para pasar el rato y que no debo sentirme amenazada pero siento que le da más atención a ella. Un día mientras me cogía comenzó a hablarme de ella, de las fotos que se han mandado y las conversaciones que han tenido. Me decía todo lo que le quería hacer, yo no pude ocultar mi excitación, nada más imaginarlo me llevaba cerca del orgasmo, él lo notaba y se reía, me dijo que era una cabrona y que me amaba.

Se pusieron de acuerdo para verse, yo dije que no me importaba, que no tenía ningún problema, pero el día en que se iban a ver y ví cómo él se estaba arreglando con tanto entusiasmo y detalle, inmediatamente le dije que no saliera con ella, él se reía y me ignoraba. Le grité, me tomó del cuello contra la pared y me dijo que si iba a salir con ella y no solo eso sino que se la iba a coger con tantas ganas, mejor de lo que nunca me había cogido a mí y que yo no podía hacer nada más que llorar y mojarme, bajó su mano y tocó como mi humedad me traicionaba, me besó y se volteó a buscar en el closet mientras yo lloraba, era verdad… Yo quería que se vieran. Él sacó las cuerdas y comenzó a atarme, si antes estaba confundida ahora más!... Me ordenó callarme colocando una mordaza en mi boca, fuimos hasta el carro y me lanzó en la maleta que no tenía un compartimento separado de la parte interna del auto, el espaldar de los asientos delanteros es lo único que separa la maleta de la parte delantera. Terminó de atar mis pies y me ordenó callarme, me dijo que yo siempre estaba presente en su mente y esta vez en persona también. Cerró la maleta, encendió el carro y nos pusimos en marcha.

Se detuvo el carro, asumo que ya para buscarla. Me recordó que debía estar callada. Escuché como abrían la puerta y alguien se subía, se saludaron y él le dijo que le encantaba como se veía. La convenció de ir a un mirador después de comprar algunas cervezas y al detener el carro ahí, comenzaron a conversar. Él mencionó su escote y dijo que las quería tocar, sé que lo hizo para que yo escuchara. Hubo un silencio donde escuchaba solo sus respiraciones cada vez más agitadas y los besos que se daban, estaba segura de que se besaban. Él le dijo que le fascinaban sus tetas y que quería probarlas, la escuché gemir. Oí su cinturón desabrocharse, no cabía duda, muchas veces he sido yo quien lo desabrocha y escuché ese suspiro que él hace cuando meto su miembro en mi boca, la escuché chupar, ahogarse, relamerse y a él gruñir… No lo pude evitar, mis ojos empezaron a llorar, mi entrepierna a chorrear. Mientras tanto el ruido del cambio de posición del asiento me sacó de mis pensamientos y él le dijo que se subiera, que moría de ganas por metérselo, ella lanzó una risita complaciente. El carro comenzó a moverse, ella gemía cada vez más, el carro se movía cada vez más… Yo luchaba por controlar mi respiración y apretaba fuerte las piernas, sentía como mi sexo palpitaba. Ella tuvo varios orgasmos, él le decía lo deliciosa que era y lo mucho que estaba disfrutando. Lo escuché gruñir, él estaba teniendo un orgasmo con otra mujer. Conversaron un rato más y la dejó en la casa. Todo ese tiempo yo repasaba en mi mente lo que había pasado, intentaba imaginar cómo él la había tocado, si ella era mejor que yo, si se volverían a ver, si él al menos había pensado en mí ahí atrás.

Al llegar a casa, abrió la maleta y apenas lo vi rompí en llanto, mientras me desataba con mucho cariño, besando mi espalda y diciéndome lo mucho que me amaba. Me llevó de la mano al cuarto sin dejar de decirme lo especial que era yo y lo afortunado que era él. Me ordenó limpiar los fluidos de ellos de su miembro usando mi lengua, hasta que su erección apareció, me pidió que me acostara y tocó lo mojada que estaba. Esa noche me hizo el amor con ternura, mientras me decía al oído que era hermosa, que él era tan mío como yo de él y que me amaba. Me pregunto si algún día podré verlos juntos…

martes, 16 de mayo de 2017

1. Descubriendo a la Cuckquean

He visto cómo ve a otras mujeres, como las detalla de arriba abajo con deseo sin importar si me doy cuenta o no, si llega a notar mi incomodidad me dice que nadie le gusta más que yo pero que no puede evitar ver aquellos mujerones. He notado cómo algunas le responden las miradas, incluso frente a mi cara, a él le encantan esas mujeres con actitud de putas descaradas, yo siempre he sido tímida hasta que me siento en confianza… Nunca podría ser así como a él le gustan.

Un día quise complacerlo y verlo feliz, estábamos en un bar y me di cuenta de cómo veía a una mujer, despampanante, ella era tal cual le gustaban, una mujer grande con curvas, muy sensual y extrovertida, vestida espectacular y en tacones… Ella lo miraba, se sonreían cuando creían que no me daba cuenta. Me serví un trago puro de ron, estaba luchando con mi molestia y mis ganas de complacerlo, lo tomé todo de un trago y le dije que la invitara a bailar, por supuesto ella bailaba como una diosa, nunca he podido moverme así con la salsa y sé que eso lo tenía a él embelesado. Me preguntó si estaba segura y le dije que si, sin pensarlo se levantó y fue por ella, comenzaron a bailar, vi como ella le preguntaba por mí y él le decía que no me preocupara mientras la tomaba fuerte por la cintura y la pegaba más a su cuerpo… Se apretaban y la mano de él bajaba hasta sus nalgas, ella le sonreía y lo agarraba por el cuello, se decían cosas, yo apretaba los puños….y las piernas. En medio del baile acercaban sus labios y yo sentía que el tiempo se paraba, ¿por qué lo hacía? ¿Por qué lo permití? Nunca podré bailar como ella… Terminó la canción y él volvió a la mesa, pude notar su erección, estaba molesta, no se suponía que lo disfrutara tanto. Él sonreía, como si nada se sirvió un trago nuevo y se sentó tomándome de la mano, me sentía herida y él me dio un beso inmenso como que si eso fuera a arreglar todo, me dijo que era la mujer de su vida y que cualquier otra era solo diversión. Me preguntó si yo estaba bien o si estaba celosa y le dije que no, que siguiera adelante. La verdad, ni yo entendía que me pasaba, moría de celos y de rabia pero a la vez me excitaba verlo tomar con deseo a otra mujer… 

Estaba dispuesta a seguir con el juego y le pedí que no se cohibiera por mi, que imaginara que yo no estaba. Esta vez ella no tardó en sacarlo a bailar a pesar de que nosotros estábamos tomados de la mano, ella solo me ignoró y se lo llevó. Bailaban, hasta que en un momento solo apretaban sus cuerpos y él la tocaba descaradamente, entre el montón de gente más nadie lo notaba pero yo podía ver cómo él metía su mano bajo su vestido y ella se aferraba a su espalda… No pude más, me levanté procurando que él lo notara y salí del lugar, necesitaba aire fresco y llorar… Me sentía traicionada pero yo incentivé eso, ¿Qué pasa conmigo?. Él llegó detrás de mí y me quiso abrazar, olía a ella, a su perfume, a su sexo también, lo empujé llorando más y me abrazó con fuerza, me dijo que no me quería lastimar, que pensaba que era lo que yo quería y lo peor es que así era, estaba más excitada de lo que había estado en mucho tiempo, muerta de celos y empapada. Fuimos a casa y esa noche le pedí que me cogiera como se lo haría a ella.