viernes, 24 de agosto de 2012

Antojo



Hay imágenes que simplemente me hacen agua la boca, me relamo y muerdo los labios. Ese momento delicioso donde tienes el sexo del hombre que deseas enfrente, palpitando y erguido, solo para ser tocado. El olor de ese lugar tan provocativo, el calor y todo el placer que encierra. Avisarle con el aliento lo que viene, disfrutarlo y mirarlo, acercarse lentamente ansiando su sabor y por fin dejarse llevar. Pasear la lengua por toda su extensión de abajo hacia arriba, pasando por esa piel suave y delicada, llegar a la dureza del miembro y conquistar su cima, jugar con el extremo lleno de terminaciones nerviosas, humedecerlo todo y finalmente sentirlo entrar entre los labios, la lengua nunca tiene descanso mientras poco a poco va abarcando mas hasta llegar al fondo de la garganta, esos segundos son deliciosos donde dejas de respirar para poder tener el mayor tiempo posible ahí, aguantando testarudamente hasta que ya no puedes mas y un sonido ahogado te delata, necesitas respirar, pero es lo menos que importa en ese momento, quieres coontinuar tu manjar, saborearlo en toda su extensión.



La saliva cae, los gemidos se escuchan, las manos juegan y recorren, la lengua frenética se mueve sin parar, te aferras a esa parte de él como si dependiera tu vida y disfrutas, bajando hasta ese delicioso lugar, hundiendo la cara donde ya no te ve, para poder alcanzar con la lengua ese pequeño orificio de placer, nada se puede quedar por fuera. Así se puede continuar durante un largo rato, aveces suave, aveces rápido, jugando solo con la punta de la lengua o sintiendolo en lo mas profundo te tu garganta mientras tus lágrimas se asoman, así hasta ese delicioso momento en que ese juego de placer da su mayor premio, esa miel amarga que emerge desde lo mas profundo de su ser, que lo abandona en gemidos y espasmos, un regalo para tu labor, saborearlo es tu privilegio sentirlo tu felicidad.





3 comentarios:

  1. Es perniciosamente interesante y placentero; reconocer en tu escrito el infinito abanico de posibilidades que brinda la satisfacción humana, cualquier acto que para una persona pueda significar algo importante, multiplica su efecto cuando esa persona desencarna su alma describiéndolo detalladamente, aplauso por lograrlo.

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