viernes, 31 de agosto de 2012

La Sorpresa


Ya casi finalizaba su jornada de trabajo, estaba sentada en su oficina como un día más, mirando el reloj deseando que fuera la hora para poder llegar a casa y tener todo listo para la bienvenida de su Señor. Él llevaba ya 2 semanas de viaje por el trabajo y sus tareas, llamadas y caprichos la mantenían a ella emocionada y excitada todos los días, ya no soportaba más y sólo deseaba que llegaran las 6 para verlo y poder sentir sus manos en su piel, deseaba sus azotes, sus órdenes y su mirada imponente, así fue como pensando todo eso en su silla, retorciéndose y mojándose mientras lo recordaba, se hizo la hora de salir. Emocionada recogió sus cosas y estaba ya lista para irse cuando su secretaria le entrega un paquete negro con un lazo rojo, ella sonríe, sabe de quién viene. Lo abre y encuentra dentro de él una tarjeta, reconocería su letra en cualquier lugar, decía “Para mi perra”. La abrió y en ella, sin saludo ni formalidades, estaban escritas una serie de instrucciones bastante precisas, debía vestirse con lo que tenía el paquete y dirigirse al lindo Hotel que estaba a 2 cuadras de su oficina, también debía llegar a las 7 en punto, ni un minuto más ni un minuto menos, se encontrarían en el bar. Refunfuñó un poco porque tendría que esperar un tiempo más en esa oficina, pero cualquier cosa por verlo.  Además entre las instrucciones tenía como tarea masturbarse mientras se arreglaba, cada 20 minutos durante 5 minutos pero sin poder llegar al orgasmo. Así hizo.

Llegó la hora de salir de la oficina, estaba realmente excitada, la masturbación y el hecho de que cada vez estaba más cerca de ver a su Amo, mas la expectativa sobre lo que iba a pasar, la tenía ardiendo en deseo. Empezó su caminata al hotel, llevaba un vestido negro, ceñido al cuerpo un poco corto y strapless, iba montada sobre unos tacones bastante altos y un poco incómodos así que se le dificultaba caminar. Debajo llevaba un liguero negro con lazos rojos que le sostenía las medias, igualmente adornada con lazos rojos, esto hacía juego con el cachetero que llevaba un lazo rojo atrás y el bra que tenía el lazo en el medio de sus pechos. Se sentía preparada para Él, parecía una puta y eso le encantaba. Así emprendió su camino, iba concentrada en sus pensamientos hasta que fueron interrumpidos por unos pasos muy cerca de ella, voltea y ve a un hombre que llevaba un sombrero tapando su rostro y una chaqueta grande, esto la inquietó y apresuró su paso, el hombre también. Ella caminaba lo más rápido que su calzado le permitía y ese hombre nunca se alejó de ella, llena de angustia y miedo intentó correr, justo antes de gritar los brazos de ese hombre la rodearon, uno por la cintura y otro sobre su hombro, para tapar su boca con la mano, ella pataleó, intentaba golpearlo y de sus ojos salieron unas lágrimas mientras la arrastró a un callejón por el que pasaba.



En ese callejón sin dejar de taparle la boca la recostó contra la pared, de espaldas, ella forcejeaba e intentaba gritar, lloraba, pensaba en su Amo. La mano libre de él la tocaba con dureza, estrujaba sus pechos y sus nalgas, a ella le dolía, su llanto ya era estruendoso, inconsolable, se preguntaba por qué nadie los veía en ese momento y la salvaban, hundía sus uñas en el brazo de él pero estaba completamente cubierto, hasta guantes negros llevaba. La voltea y ella mantenía los ojos cerrados, estaba aterrada pensando mil cosas a la vez. El hombre se detuvo, lo sentía muy cerca pero ya no la tocaba, solo tenía la mano sobre su boca y la erección de sus pantalones presionada sobre sus caderas. Así estuvo, quieto, sin decir nada hasta que ella se atrevió a abrir los ojos poco a poco, miró primero una máscara negra y él subió su mano libre la puso donde estaba su boca cubierta, haciendo un gesto de que mantuviera el silencio, ella siguió subiendo la mirada y se encontró con su mirada, era SU mirada, era ÉL.

Su cuerpo se relajó por completo, sentía rabia y tranquilidad, estaba abrumada de sentimientos. Se preguntaba por qué ÉL la había hecho sentir tanto terror, eso le molestaba muchísimo, se reprochaba ella misma por no haberlo reconocido desde el primer momento y sentía felicidad porque era ÉL, porque ya no tenía razón para temer, lloraba pero esta vez sin forcejear, podía ver solo por el gesto de sus ojos que ÉL sonreía. ÉL dejó de presionar su mano en su boca, ella ya no iba a gritar pero no había parado de llorar, su Señor bajó la mano hasta su entrepierna y la acarició un poco sobre su ropa interior, sus lágrimas cesaron, ÉL sacó de su bolsillo una navaja que pasó por el rostro de ella y cerró los ojos al sentir esa hojilla fría, la deslizó por su cuerpo hasta abajo y con un par de cortes le quitó la ropa interior, ella abrió las piernas. Su Dueño hundió nuevamente la mano entre sus piernas, ya estaba mojada, deseosa y la volvió de nuevo contra la pared, con una mano la tocaba y con la otra pellizcaba sus pezones. Ella entre gemidos le dijo que los iban a descubrir, ÉL le propinó una fuerte bofetada por hablar, debía dejarse llevar.

Así fue como en ese callejón, donde podían ser descubiertos, la penetró fuertemente contra la pared, ella contenía sus gemidos mordiéndose los labios, ÉL apretaba toda su piel muy fuerte dejándole marcas, se dejó llevar en manos de su secuestrador, de su Dueño que le había preparado ese jueguito, que todo el tiempo la estuvo vigilando desde que ella abandonó la oficina, quería ver el terror en ella, quería asustarla de verdad y ver como en sus brazos recobraba la calma. Ambos llegaron al clímax rápidamente, por la emoción y el lugar. ÉL apenas terminó le dejó un beso en el cuello y dio un paso atrás, ella se volteó secándose el rostro manchado por el maquillaje y se arreglaba el vestido, su Señor se quitó la máscara que escondía una gran sonrisa, la había extrañado y sin decirle nada, la tomó de la mano y se la llevó a la habitación que los esperaba, la noche apenas comenzaba.

sábado, 25 de agosto de 2012

Gorditas

Desde que descubrí el BDSM siempre me he dado cuenta de que las fotos de gorditas son mas difíciles de encontrar, me pregunto por qué?... Una sumisa no deja de serlo por ser gordita y mucho menos deja de ser hermosa, sexy y seductora. Las ataduras tienen su encanto, las voluptuosas curvas se marcan de una manera muy linda, los azotes...pues supongo que hay mas donde dar y sigue siendo muy bonito. Yo soy gordita y me considero sexy, sensual y sumisa... Aquí hay una colección de unas imágenes que encontré.






















viernes, 24 de agosto de 2012

Extremos



Hoy me levanté queriendo sentir, pero sentir con todo lo que abarca a toda su amplitud.
Ser llevada a los extremos, ser deshecha en mil pedazos y vuelta a armar en los brazos de un Amo. Quiero ser llevada a ese punto donde las lágrimas no se pueden contener, donde mi parte masoquista encuentre placer entre gritos y sollozos. Deseo ser usada, azotada, escupida y abofeteada sin compasión, donde mis ruegos no sean escuchados y cuando crea que ya no pueda mas, demostrarme que si puedo, deseo abandonarme a todas esas sensaciones, olvidar el resto del mundo y simplemente dejarme llevar, sin tener sobre mi cuerpo o mi capacidad de aguantar dolor, quiero saber hasta donde puedo ser llevada.






Deseo tener marcas que lleguen hasta mi alma, liberar todo lo que tengo por dentro y desahogarme en llantos. Y justo cuando piense que no puedo seguir, ser rodeada por unos brazos que me transmitan fuerza, que me apoyen, una mirada de orgullo y cariño, caricias que me devuelvan la calma y me digan lo buena que fui, que llene esa desolación con sus palabras y besos, que sane mis marcas y heridas con una sonrisa, mientras gimoteo y dejo de llorar en sus piernas, mirarlo satisfecho y feliz por lo que aguantó su perra,  solo por ÉL.



Antojo



Hay imágenes que simplemente me hacen agua la boca, me relamo y muerdo los labios. Ese momento delicioso donde tienes el sexo del hombre que deseas enfrente, palpitando y erguido, solo para ser tocado. El olor de ese lugar tan provocativo, el calor y todo el placer que encierra. Avisarle con el aliento lo que viene, disfrutarlo y mirarlo, acercarse lentamente ansiando su sabor y por fin dejarse llevar. Pasear la lengua por toda su extensión de abajo hacia arriba, pasando por esa piel suave y delicada, llegar a la dureza del miembro y conquistar su cima, jugar con el extremo lleno de terminaciones nerviosas, humedecerlo todo y finalmente sentirlo entrar entre los labios, la lengua nunca tiene descanso mientras poco a poco va abarcando mas hasta llegar al fondo de la garganta, esos segundos son deliciosos donde dejas de respirar para poder tener el mayor tiempo posible ahí, aguantando testarudamente hasta que ya no puedes mas y un sonido ahogado te delata, necesitas respirar, pero es lo menos que importa en ese momento, quieres coontinuar tu manjar, saborearlo en toda su extensión.



La saliva cae, los gemidos se escuchan, las manos juegan y recorren, la lengua frenética se mueve sin parar, te aferras a esa parte de él como si dependiera tu vida y disfrutas, bajando hasta ese delicioso lugar, hundiendo la cara donde ya no te ve, para poder alcanzar con la lengua ese pequeño orificio de placer, nada se puede quedar por fuera. Así se puede continuar durante un largo rato, aveces suave, aveces rápido, jugando solo con la punta de la lengua o sintiendolo en lo mas profundo te tu garganta mientras tus lágrimas se asoman, así hasta ese delicioso momento en que ese juego de placer da su mayor premio, esa miel amarga que emerge desde lo mas profundo de su ser, que lo abandona en gemidos y espasmos, un regalo para tu labor, saborearlo es tu privilegio sentirlo tu felicidad.





martes, 21 de agosto de 2012

Sobre la sumisión...




De la misma manera que un Dominante nace y luego se hace, ocurre con la sumisa o sumiso, se nace sumiso, debes en realidad serlo para poder disfrutar de la entrega y cumplirle como es debido a tu Señor o Señora, luego se hace una persona sumisa, bajo las manos expertas de un Dueño que moldea.

Me han preguntado varias veces qué es la sumisión y yo siempre explico que es un sentimiento, una forma de ser, como nadie puede disfrutar ser algo que no es pues no te obligues a ser sumisa, hay personas que se obligan a sí mismos a ser sumisos sólo por agradar y esto no es sano, recalco siempre que nada es obligado, es por deseo propio es que uno se entrega.
 
Se puede describir en pocas palabras la sumisión y es devoción por tu Dominante, deseo de satisfacerlo, necesidad incluso de complacer sus órdenes y caprichos. Ese sentimiento de sumisión que te lleva a crecer para esa persona, a mejorar para hacerlo orgulloso de ti día a día. La felicidad de los sumisos es ser usados, educados, castigados, disciplinados y tomados en cuenta para lo que el propietario desee, más aún recibir una felicitación o premio de quien lo posee.

Primero que nada como ya he dicho debe haber respeto de ambas partes y una sumisa o sumiso debe dirigirse con respeto a los dominantes, siempre que esté en su rol tratarlos de Usted y de Señor/a o en caso de pertenecerle Am@, Dueñ@ y cualquier otro nombre deseado por la persona Dominante. En caso de ser solicitados sus servicios de sumisión y no tener Dueño, se debe evaluar si es a quién deseas entregarte, en caso de tenerlo notificar que así es y el Dominante puede o no, solicitar los servicios a tu Dueño mientras no esté en tus límites, y prestarte a otros Dominantes, a los cuales les debes el mismo respeto y servicio que a tu Amo.

La entrega debe ser plena, transparente, total. Debes velar por los deseos de tu Amo y cumplirlos a cabalidad, siempre hacer todo lo que esté en tus manos para satisfacerlo, sin rechistar ni dudar, la entrega es ciega y el Dominante sabe que es lo mejor, así que la persona sumisa no debe cuestionar las órdenes, caprichos, castigos y deseos de su Dominante, por el contrario, debe obedecer de inmediato y dar lo mejor de sí. Una sumisa debe hacer sentir a su Dueño orgulloso, la o el sumis@ es el reflejo de su Dominante, así que debe ser educado, obediente, respetuoso y siempre estar impecable. Mientras que esté en tus manos debe estar disponible para cumplirle a su Dueño. Hay que mantener una buena higiene personal siempre, no sabes cuando el Amo desee usar a su mascota.

La sinceridad y transparencia son sumamente importantes, pues así es más fácil para el Dominante llegar a conocer al sumiso, comunicarle sus miedos, límites, deseos y fantasías con claridad cuando sea solicitado. Debe informar sus fallas sin mentiras, así podrá ser disciplinado mejor. Debe consultar siempre todo lo que desee, informar y reportar para que el Dominante esté al tanto de qué hace y donde, pues puede tener planes para el sumiso.

A muchos Dominantes les gusta controlar la alimentación, vestuario e incluso momentos para las necesidades fisiológicas del sumiso o sumisa, por lo tanto la comunicación debe ser completa. Puede ser el objeto de su Señor/a. Un sumiso debe ser lo que su Dueño desee que sea, convertirse en su objeto de placer, su mascota, su perra y todo al gusto de quién lo posee, incluso ser el perfecto mueble para que descanse los pies, una bandeja para la comida, cocinera, dama de limpieza, estilista, masajeadora, etc; cualquier cosa para satisfacer los deseos y necesidades del Amo, quien dispone de la persona sumisa a su antojo. Controlará los orgasmos, se adueñará incluso de la mente del sumiso, se meterá bajo su piel.

La sumisión conlleva mucho aprendizaje también, tanto de educación, como de gustos, costumbres y aprender a atender y cumplir a como debe ser al Señor. Será el momento de conocer sus gestos, ropa que más le gusta que luzcas, posiciones, su rutina y facilitarle su día a día.

El trato entre sumisas debe ser respetuoso de igual manera, entre el gremio de sumisos debe haber ayuda, consejos y compañerismo. Este sentimiento es incluso fraternal cuando se tiene hermanas o hermanos del mismo Dueño, sin que existan celos ni envidia, la unión entre sumisas es importante para satisfacer al Dominante, ayudar con el entrenamiento y tareas si es permitido para ser más eficiente en el servicio de sumisión.

Generalmente al haber una relación D/s, el Dueño le coloca a su sumis@ un collar, que denota que es de su propiedad. El collar también puede ser virtual y llevar unas inciales del Dominante entre dos llaves {…}. La persona sumisa debe sentirse orgullosa de portar este símbolo de propiedad y entrega, respetarlo y llevarlo siempre que se le ordene.

Personalmente se me hace bastante difícil escribir sobre la sumisión, cada responsabilidad como sumiso varía dependiendo de las exigencias del Amo, pero en sí, es algo que se lleva muy dentro del ser, es algo que se siente y al igual que el amor, es un sentimiento muy difícil de explicar, las palabras no son suficientes. Yo lo siento desde lo más profundo de mí ser, sin esfuerzo ni de manera obligada soy sumisa, disfruto serlo y estar a los pies de un Amo que te educa, castiga y guía es delicioso. Cumplir con sus caprichos y recibir sus azotes de cariño o castigo, mirar su sonrisa de orgullo y cara de satisfacción, esforzarse cada día por ser mejor para Él, superar los complejos y miedos con su ayuda, son pocas cosas de los placeres de sumisa, existir a su medida, funcionar a su ritmo y disfrutar de su mano dura pero a la vez comprensiva… El deseo de sentir todo esto y más me hace continuar en mi rol de sumisa y en la espera de ese Señor que me descubra.

Muchas feministas extremas me juzgan por sumisa, pero lo que no entienden es que esta capacidad de aceptar mi sexualidad y poderla expresar plenamente me da poder, esta fuerza para decidir mi fuente de placer, yo decido cómo y cuándo entregarme sin complejos ni pensar en el qué dirán. No existe Dominante sin sumiso y viceversa. Es un rol, no mi vida entera, ya que en mi vida personal soy una persona bastante dominante y dejarme llevar en manos de alguien da rienda suelta a mis deseos más básicos y animales, dejar en otra persona el poder sobre mi placer, para que pueda estirarlo, explorarlo y cambiarlo como desee es inmensamente satisfactorio. Ser desarmada y luego reensamblada al gusto del Amo, con sólo una orden, un gesto, una tarea o una palabra es delicioso.

La sumisión ha sido un viaje de autodescubrimiento para mi, el placer que me da servir nunca imaginé que lo sentiría, tampoco pensé que el dolor me generara tanto goce, me he descubierto como una masoquista, sumisa y eso me hace sentir completamente feliz y libre, aceptarme como soy y poder expresarlo, la sumisión es sentir libertad en las cadenas de un Amo.

Celebración por el 8/8

Este sábado que pasó, unos pocos integrantes del grupo de BDSM de Caracas, tuvimos el placer de celebrar el día del spanking con una reunión en casa de un integrante. Conversamos un buen rato, disfrutabamos de unos pasapalos, eramos 7 personas, una Ama, 2 spanker, otra Ama y su sumisa, otra sumisa con dueño y yo.

La sumisa le debía unos cuantos azotes a su Señora por diferentes faltas y después de que le ordenó decirlos en voz alta a todos nosotros, vestida de colegiala comenzó a castigarla, mi empatía hacía que me retorciera en la silla como que si me estuvieran dando a mi, me compadecía por ella y de fondo sonaba Pink Floyd, ese fue un detalle que por casualidad sucedió y yo disfruté mucho. Luego del castigo fue mandada al rincón unos minutos.

Sabía que después de ella me iba a tocar a mi, pues antes había aceptado recibir unos azotes con un amigo Spanker  por contestona e irrespetuosa, elegí los instrumentos, se me preguntó con que fuerza estaba dispuesta a recibir los azotes y la cantidad, dije 100. Repetí lo que hacía tiempo había hecho, me bajé los pantalones y me puse en posición en el sofá, esta vez había mas instrumentos, un par de floggers, una paleta muy dura, un strap, un razor strap y otro tejido de cuero. Recibí mis azotes, mas fuertes de lo que nunca antes los había recibido, pero los soporté todos, también los disfruté, me dolieron mucho pero un dolor placentero. El fondo musical para mí era de Pink Floyd también, me concentraba en la música e intentaba memorizar la canción que sonaba en ese momento, la identifiqué, una de las que mas escucho, pero hoy no recuerdo cual es. La ronda de azotes terminó con broche de oro, con unas nalgadas rápidas y fuertes, me levanté con calma, me subí los pantalones adolorida y cuando me volteé todos notaron mi cara de felicidad y satisfacción, una sonrisa grande jeje. Terminé con las nalgas muy inflamadas, caminar y estar sentada me dolía, así que me mantuve de pié aunque igual me incomodaba un poco, me sobaba cada tanto mientras conversabamos y así fue mi celebración por el 8/8 que disfruté inmensamente =)

Mi primera sesión el 24/7

Mi primera y única sesión hasta ahora, fue con el único Amo (ex Amo ahora) real que he tuve (tuve uno virtual). Ya tenía cierto tiempo con él, habíamos hasta comprado unos instrumentos de azotes, un flogger y un strap de cuero negro ambos, los de la foto. Yo estaba ansiosa por que los probara en mi.

Me ordenó ir sin sostén ni pantys bajo la ropa, cuando llegó la hora me preparé, me vestí y guardé en un bolso todos mis juguetes, unas velas y los instrumentos, y me dispuse ir hasta nuestro lugar de encuentro, ya nos habíamos visto antes pero estaba suuuuper nerviosa, mas de lo que nunca había estado. Nos encontramos y camino al hotel casi ni hablé de los nervios.

Entramos a la habitación que estaba decorada muy bonita, le mostré los instrumentos nuevos, él encendió un cigarro y yo inquieta recorría la habitación, me llamó para que me parara frente a él y como tenía una blusa strapless la bajó y empezó a pellizcar mis pezones, a inspeccionarme, mis nervios iban disminuyendo a partir de ese momento, me llevó en 4 por la habitación paseandome del cabello y empezó la sesión.

Jugó con mis senos hasta enrojecerlos y marcarlos, luego me ordenó bajarme los pantalones y ponerme en posición para recibir los azotes que le debía por algunas faltas en mi comportamiento, me empezó a azotar mientras yo contaba primero suave y luego iba aumentando la fuerza, mis palabras de seguridad eran el semáforo "amarillo" cuando se estaba acercando mi límite para que disminuyera la fuerza y "rojo" cuando ya no podía mas. Así fue repartiendo los azotes siempre pendiente de que yo estuviera bien, con cada azote me mojaba mas y mas, mientras mas dolía mas me excitaba (hasta cierto punto obviamente). Ahí descubrí que era masoquista también, disfrutaba del dolor. Se dió cuenta de lo mojada que estaba y jugó conmigo un poco.

Luego de cumplir con mis azotes y las cachetadas que debía, las cuales por cierto también me encantaron, se dispuso a aplicarme cera de vela, que era morada, en el cuerpo, las gotas caían en mi cuello, senos, pezones, brazos, vientre, ombligo hasta abajo, en ese momento no lo toleré, no se por qué, ya que antes yo sola había experimentado con cera de vela en el clítoris y fue extremadamente placentero. En fin, me felicitó por mi comportamiento y me tomó unas fotos. Así siguió la sesión, la cual disfruté mucho y se lo agradezco a mi ex Amo.

No he vuelto a tener Amo, eso fue el 24/7 de este año y fue una manera excelente de celebrar el día que nunca antes había celebrado, haciendo algo que nunca antes había hecho.

Mis primeros azotes

Ocurrió luego de una reunión del grupo de BDSM de Caracas, ya nos habíamos reunido varias veces en un local para conversar como esa vez, pero esa noche, pocas personas nos fuimos a casa de un integrante del grupo, había una compañera sumisa que debía unos azotes y nos sentamos a mirar como era castigada por un Señor y un par de Spankers, era la primera vez que yo veía eso, no había tenido mas experiencia en el BDSM desde que mi ex me ató.

Ella solo se bajó los pantalones acomodándose en un sofá y se dispuso a recibir los azotes con diferentes instrumentos, los contaba en voz alta uno a uno, observé como cada azote caía en ella, unos con mas fuerza y otros mas suave, cuando ya no soportaba un instrumento, decía la palabra de seguridad y pasaban al siguiente, sus nalgas se fueron tornando rosadas, luego rojas y al final se podía ver algunas áreas moradas con la forma del instrumento de azote, se notaba que le dolía. Yo estaba con los ojos abiertos de par en par, sin perder ni el mas minimo detalle, me empecé a inquietar en mi silla, no por miedo sino de gusto, quería sentir lo que ella, quería ser azotada y sentir ese dolor.

Al final terminaron con los azotes de ella, se subió sus pantalones y seguíamos conversando de nuevo, me preguntaron si yo quería lo mismo que ella y dije que no, debía comportarme, pero esa necesidad no salía de mi mente, no podía dejar de pensar en los azotes mientras todos conversaban tranquilamente, hasta que no aguanté y pedí ser azotada. Me preguntaron cuales instrumentos quería sentir, por quienes quería ser azotada, repetí el mismo "modus operandi" que mi compañera sumisa y me puse en lugar. Por alguna razón no tenía miedo, ni estaba nerviosa, respiré profundo y empezaron los azotes, los conté y usé la misma palabra de seguridad como ella, por supuesto no aguanté tanto como ella.

Sentía como con cada azote me ponía mas sensible y se calentaban mis nalgas, aguanté todo lo que pude y me encantó, estaba fascinada, quedé con ganas de mas, me fue placentero hasta sentir lo caliente que estaba mi trasero a travéz del pantalón  mientras conversabamos.

Descubriendo el BDSM

Mi vida sexual se inició a los 17 años con mi primer novio legal, antes de él ya había experimentado, pero nunca había tenido sexo, teníamos un ritmo bastante frecuente, disfrutaba bastante las relaciones con él, pero en un punto me di cuenta de que quería mas, quería descubrir nuevas cosas, variar un poco y se lo dije. Fuimos un día a una librería buscando un kamasutra, hasta que una serie de libritos llamó mi atención y en específico este:


Esta colección de libritos tenía muchos títulos pero fue este el que me causó mayor interés, lo compré y apenas llegué a casa lo leí rapidamente, emocionada fui directo al internet y escribí "Bondage" en google, una serie de páginas aparecieron y fui abriendo cada una y mirando imágenes, mientras mas veía mas me gustaba. Al día siguiente le di el libro a él y luego le pasé todas esas páginas que visité, sobre como hacer ciertas ataduras, reglas de seguridad, donde no atar, cuerdas que usar, etc. Seguramente a él le dió un poco de fastidio tener que aprender esos nudos.

Por un tiempo seguí investigando mas y mas no solo sobre el bondage sino sobre el BDSM también, en un grupo de facebook me recomendaron www.circulobdsm.org la cual también les recomiendo, me emocionaba mucho ver y leer sobre el tema, algo en mí había despertado, la necesidad de ser sometida apareció.

Compré un llavero de cuero, que era una versión pequeña de esos que usan para darle a los caballos, es tejido con unas tiritas al final y se lo ofrecí a mi ex (en ese momento mi novio) un dia que estabamos solos, nunca lo usó jajaja, decía que no quería lastimarme...

Mi ansiedad crecía hasta que finalmente me sorprendió con unas cuerda, me ató los brazos por la espalda y jugó conmigo de esa manera, pero faltaba algo, ese carácter de superioridad, esa dominación, yo necesitaba mas. No me volvió a atar.

La relación no funcionó pero me dejó esa y mas experiencias maravillosa.

Disfruté en extremo las ataduras, inmóvil y sin voluntad, solo dejándome llevar por lo que me hacía, luego desatarme y poder mover de nuevo mis brazos, eso también causa gran placer y sin mencionar las marcas que deja la cuerda, las admiré el tiempo que duraron, me sentí muy feliz y así descubrí mi gusto por el BDSM.
Siempre me ha gustado saber como descubren el BDSM... ¿Tú como lo descubriste?

Sobre la Dominación


Daré mi opinión desde el punto de vista de sumisa sobre mas o menos lo básico de la Dominación.

Primero que nada, antes aclaré que una persona Dominante es la que lleva la batuta en estas relaciones, es quien posee el poder, cedido por voluntad propia de parte de la persona sumisa. A mi parecer, una persona Dominante en primera estancia nace, no se hace, hay ciertas características que son innatas en un buen Dominante, que si no se tienen no funcionará igual. En segunda estancia un Dominante se hace por voluntad propia, crece, aprende, se instruye, incluso con ayuda de otros Dominantes de más experiencia, pues para estas prácticas se tiene que tener ciertos conocimientos y como nadie nace aprendido pues educarse, leer y practicar es la mejor manera de ser un buen Dominante.

“Los Amos dentro del contexto BDSM son personas que mientras les sea de su agrado y puedan hacerlo, velarán por el bienestar físico y psíquico de sus propiedades dentro de sus limitaciones humanas y mentales. Cuando dejen de poder hacerlo o cuando por algún motivo deje de agradarles sentirse responsables por la vida de otra persona, dejarán de hacerlo con toda naturalidad ya que el rol está al servicio de la persona y no debería ser nunca al revés.”
(Extraído de www.circulobdsm.org en un post de camelia)

Al aceptar al sumiso bajo su poder, el Dominante pasa a tener una gran responsabilidad en sus manos, a veces muy alta cuando la entrega es tan amplia y delicada como la esclavitud. Aceptar o elegir a una persona sumisa debe ser una labor de cuidado ya que en el sumiso se buscará la satisfacción del Dominante, este evalúa el nivel de entrega, los gustos y deseos del sumiso, personalidad y límites, rasgos que deben ser de su gusto como cualquier relación vainilla, ya que el Dominante no adopta a un sumiso, sino a una persona completa y si esta persona no es de su agrado, lógicamente la relación no prosperará, aparte de estas características muy propias de cada quién, el sumiso puede ser moldeado en los otros aspectos por el Dominante, pero nunca sin alterar su verdadera esencia, su verdadera personalidad y forma de ser, ya que al intentarlo puede causar problemas en el sumiso y se pierde el placer que a este le causa estar a los pies de su Amo o Ama.

Antes que nada debe haber respeto, muchos pseudoAmos suelen creer que por ser lo que ellos llaman “Amos” pueden disponer de cualquier persona sumisa a su antojo y llamarlos con los adjetivos que deseen, pues NO, el respeto se gana, seas sumiso, Dominante, switch, spanker, etc; el respeto se gana y punto, no por ser un Dominante quiere decir que cada sumiso debe rendirte devoción y pleitesía, acatar tus órdenes y estar a tus pies sin saber ni quién eres, sin antes haberse entregado y haber llegado a un acuerdo, no es así, el respeto es lo más importante. Muchos creen que al autoproclamarse Amos, pueden llegar a conseguir sexo fácil y duro y repito, el BDSM no es eso.

El respeto entre Dominantes debe ser el mismo, no se debe buscar usar a una persona sumisa que ya tiene Dueñ@ y si se desea, se le debe comunicar a el propietario de esa persona y llegar a un acuerdo entre Dominantes y si la otra parte desea prestar a su sumiso (mientras no esté en los límites del sumiso), lo hará.

Un Dominante, debe conocer muy bien a su sumiso, pues dispondrá de él en diferentes niveles, pero lo hará, al conocer los gustos, límites y sentimientos de su sumiso, se puede llevar a cabo una mejor dominación, puede identificar los problemas del sumiso y ayudarlo para superar estos, también puede ser una guía para crecer como persona, descubrir nuevas experiencias e incluso conocerse más individualmente.
Una vez escuché a una Señora decir que el primer encuentro debe ser “vainilla”, es decir, no se puede pretender dominar, adoptar, someter, sesionar y humillar desde la primera vez que se conoce al sumiso, como toda relación, antes de iniciarla hay que conocerse, como personas.

La sinceridad debe ser también una característica de la persona Dominante, se valora mucho la claridad y transparencia, aclarar qué tipo de relación desea, si en su propiedad tiene a otros sumisos e incluso si tiene una relación vainilla, para así poder establecer límites con más facilidad y que la persona sumisa sepa a qué atenerse. Si hay algo que destaque en este tipo de relaciones es la sinceridad.

La comprensión es importante ya que muchas veces la persona sumisa tiene ciertos límites que les cuesta superar, también hay situaciones en las que un sumiso no puede acatar a cabalidad las órdenes de su Dueño por cosas que están fuera de sus manos y como todos los seres humanos, los sumisos cometen errores, que claro, el Dominante luego corrige como mas le parezca adecuado. El Dominante debe primero controlarse, ser Dueño de si mismo, conocerse bien y estar en equilibrio para luego poder dominar a otra persona, tener la potestad de un ser humano en total entrega no es fácil y exige un alto control para no abusar del poder.



Un Dominante es estricto, tiene carácter para hacerse notar, para hacer sentir su dominación sobre el sumiso, debe tener seguridad en sí mismo, ser de mano dura y castigar cuando debe, de igual manera saber cuándo es el momento de premiar a su sumiso. De esta manera con incentivos y castigos ya sean mentales o físicos, se moldea poco a poco a la persona sumisa, este proceso es bastante satisfactorio para ambas partes pues se pueden evaluar los avances y el crecimiento de la persona sumisa. No cualquiera puede ser Dominante, este debe contar con una gran inteligencia, intuición y ser detallista, el Dominante es una imagen de poder, superioridad de todo tipo y autoridad ante los ojos de un sumiso y muchas veces de misterio.
Con todas estas armas y muchas otras cuenta el Dominante, para satisfacer sus deseos y fantasías, con el servicio de su sumiso. Llevando de su mano al sumiso o sumisa, la persona Dominante puede hacer darle un gran placer e incluso hacer que el sumiso desee romper ciertos límites que antes tenía, deseará experimentar, hacer su entrega cada vez más profunda y plena, complacer a su Dueñ@, a su antojo, realizar sus órdenes y caprichos y esa será su satisfacción.

Ya sea azotando, atando, humillando, con agujas, abusando y usando a su sumiso, llevándol@ a sensaciones extremas, haciendo que gima de placer, grite de dolor o llore sin piedad, un Amo siempre sabe que es lo mejor para su sumis@ y al ser así la entrega será plena y confiará el sumiso con los ojos cerrados en su Dueño. Un Dominante puede usar como quiera y cuando quiera a su sumiso para su placer y ahí está la felicidad del sumiso, todo esto dentro de los límites antes estipulados.

Mis respetos a todos los verdaderos Dominantes, pues las palabras no bastan para describir la complejidad del rol que encarnan.


lunes, 20 de agosto de 2012

La Vitrina



La multitud se arremolinaba en aquel centro comercial, llegaba cada vez más gente parándose de punta para poder ver, muchos boquiabiertos miraban dentro de esa vitrina, amplia, con un vidrio totalmente transparente e impecable. Otros con intriga. En esa vitrina estaba ella, acompañada solo por una silla y unas luces que la iluminaban a perfección, inmóvil se encontraba ahí vestida como le había sido ordenado. Aquél corset negro que dejaba al descubierto y realzaba sus pechos, el cuero de ese corset terminaba a la altura de sus caderas, dejaba su trasero y su sexo a la vista, en el borde inferior se convertía en un liguero que con lazos negros sostenía sus medias, también negras. Llevaba unos altos tacones. 

De cabello suelto que le acariciaba toda la espalda ahí estaba ella, inmóvil cual maniquí Por fuera se miraba inexpresiva, por dentro temblaba, pero no tenía miedo, ella confía ciegamente en aquel que le ordenó estar ahí. Solo había recibido esas órdenes, ir a ese lugar, vestida así y pararse de esa manera, sin moverse. No sabía que iba a pasar. Podría pasar el día entero ahí y no hacer mas nada o podría llegar ÉL. Pero algo si era seguro, estaba siendo observada, docenas de ojos la hurgaban, casi sentía como la recorrían, como miraban sus pechos erguidos, su rostro que empezaba a perder la calma, sus muslos, sus caderas y su sexo mojado, sí, ya estaba mojado, ella sentía como sus fluidos salían y se deslizaban a sus muslos No podía creerlo pero la mirada de esas personas que la ponían tan nerviosa, a la vez la estaban excitando. Le gustaba ser vista Tanto que sus medias ya estaban empezando a humedecerse también.

Sus piernas comenzaron a temblar. Ya llevaba aproximadamente 2 horas así. ¿La silla era para ella? ¿Para sentarse en un momento así? Pero solo había recibido órdenes de estar parada, aunque estaba cansada. Excitada, cansada, no sabía qué hacer, sin embargo se quedó así de pie. Una lágrima escapó de uno de sus ojos y rodó por su mejilla. La gente se preguntaba, que hacía ella ahí, si no fuera por la lágrima y la humedad, pudieron haber pensado que era un maniquí. ¿Por qué la muñeca lloraba? Porque no sabía qué hacer, necesitaba a su SEÑOR, necesitaba una orden de ÉL, la que fuera. Angustiada por no saber qué hacer, ahí expuesta por tanto tiempo, necesitaba que la guiara su dueño. Cada vez se sentía más expuesta. Cada vez más expuesta, mas excitada, mas indefensa y más de ÉL. Brotaban mas lágrimas incontenibles, ya no iba a poder controlarse.

Rompió en llanto y sus piernas cedieron, estaba de rodillas en esa vitrina, completamente desarmada, llorando ante aquella multitud En ese momento siente una mano que acaricia su cabello, era ÉL sin duda alguna. Reconocía su olor, su presencia, su mano. Sintió un alivio tan inmenso, su corazón se llenó de felicidad, ahora las lágrimas eran de alegría y una sonrisa llego a su rostro. ÉL le dijo: levántate. Ella obedeció agradeciendo escuchar esa voz q tanto adoraba. Sin mirarlo a los ojos y con las piernas débiles se paró. ÉL le permitió que lo mirara, ella sube la mirada y se encuentra con sus ojos penetrantes, le sonríe y la calma. ÉL estaba todo de negro, imponente como siempre y con un látigo en su otra mano. Ella sintió tanta calma al estar con su AMO. Le dijo: calma pequeña mía, no pasa nada, pero me has desobedecido, te dije que te quedaras de pie y no lo hiciste. Te castigaré fuertemente.
A ella no le importaba, se sentía feliz, plena porque su SEÑOR estaba ahí. Sintió 2 nalgadas suaves, era una orden, ya sabía lo que significaban Se puso en 4, como la perrita que es. ÉL le dijo que de espaldas al público. Ella obedeció. Ahora su sexo y su culo estaban ahí a la vista de todos.

Su SEÑOR recorrió su cuerpo con una mano, desde su nuca por su espalda, apartando el cabello hasta su sexo, se mojó la mano y volvió para humedecer su culo. Eso le causo un inmenso placer a ambos. Pero ella sabía que solo se aproximaba el castigo. ÉL dejó caer el extremo del látigo que tenía enrollado en la mano. Ella dejó de respirar un momento y cerró los ojos, con extrema habilidad, su SEÑOR levantó el látigo y le dio el primer azote, aún suave. ÉL solo la probaba, siempre estuvo en el publico
con látigo en mano, esperando el momento en que ella no aguantara mas, estaba orgulloso por todo el tiempo que ella estuvo ahí, sola, de pie, pero sin duda alguna había desobedecido, vino el segundo latigazo y ella los contaba. “¡Uno mi Señor!, ¡2 mi Señor!”.
Aumentaban en fuerza y se distribuían en su espalda y nalgas, dejando hilos rojos en su piel. ¡49 mi Señor!... Ya eran muy fuertes y ella se retorcía, respiraba profundo y se escapaban las lágrimas. Sin embargo aguantaba, en el azote 50 ÉL se detuvo. El público que los observaba estaban unos indignados y otros excitados. Nadie se iba.

La mano de ÉL bajó hasta mojarse con ella, tanteó y apenas la tocó, se le escapó un gemido. Con una sonrisa perversa ÉL la mira "Eres mi perrita" le dice, "apenas te toco y casi te corres, ahora siéntate en la silla, con las piernas bien abiertas y mastúrbate, que te vean".
Ella se sienta en la silla, con la mirada baja avergonzada, ÉL la corrige, que vea a la gente que la mira, sus expresiones, lo que ella causa en ellos, abre bien las piernas y su mano baja, estaba empapada, ya mojaba la silla, empezó a tocarse, la gente sorprendida la miraba fijo, vio que un par de parejas se manoseaban disimuladamente, señoras cruzaban las piernas y se echaban aire, señores escondían la erección, eso la puso a millón, los tenía a todos excitados, quizás tanto como ella, se tocaba de la manera más sensual y desinhibida, le gustaba que la vieran, era toda una perra, gemía se retorcía y ÉL, la miraba, sonriente y orgulloso. Sentía como el orgasmo se aproximaba, se agitaba más y cuando estuvo a punto, lo escuchó: "yo no te dije que podías acabar", ella sabía que era una advertencia, su mano se detuvo mientras ella temblaba del orgasmo aguantado. Respiraba profundo para aguantar.
"Ahora lame la silla, límpiala" le ordenó ÉL... Ella lo hizo, saboreaba sus jugos, excitada como nunca, no pensaba en mas nada que complacerlo cuando estuvo limpia la silla, ÉL abrió sus pantalones. Ella estaba bien entrenada, hizo lo que debía, fue a gatas hasta ÉL de rodillas frente a su SEÑOR, comenzó a hacerle sexo oral, como sabía que le gustaba, como había sido entrenada. Lo mojaba, babeaba como una niña, gemía y se esforzaba para hacerlo feliz, el empujaba para ahogarla, ella contenía su respiración sentía como su SEÑOR se adentraba hasta el fondo de su garganta. Ella se aferraba a sus piernas fuertes, la detuvo y agarrándola por el cabello la haló paseándola por todo el espacio de la vitrina: "Mira perrita, como todos te ven" Continuó: "estas siendo expuesta como lo que eres, mi puta, que todos vean como te uso a mi antojo, como eres MIA".
La ubicó en 4 patas, dándole la cara a la multitud, la dejó ahí un momento en silencio, mirándolos a todos. Excitada, gimiendo, deseosa "¿Ahora perrita, dime que necesitas?" Le dijo mirándola "Dime ¿qué sientes?" Ella le responde: "necesito que me use mi SEÑOR, por favor se lo pido, necesito sentirlo dentro de mí, se lo ruego". "Tendrás que rogar mejor mi perrita" le dice ÉL. Ella arquea la espalda pega el pecho al suelo, levanta mas el culo y se abre las nalgas "Se lo pido mi SEÑOR, úseme como se le antoje, soy toda suya para lo que desee, siento que no puedo mas y solo lo necesito a USTED"

Ella iba a continuar rogando, pero repentinamente sintió una embestida, ÉL se adentraba en ella, se abría paso, ella miró al cielo, un grito escapó de su boca, tembló y con solo un par de embestidas mas, se corrió, empapando más el lugar. Ella gemía sin parar, él no se detuvo, la penetraba fuerte, la halaba del cabello, la nalgueaba y marcaba sus dedos en sus nalgas, sus tetas se balanceaban al ritmo de ÉL. Ella abría los ojos para poder mirar el público que ya había olvidado el recato y se tocaban
La miraban y se manoseaban, ella los miraba y gemía. Tuvo uno, dos, hasta 5 orgasmos mas. Sintió luego como su SEÑOR la llenaba.

Como sentía que la calidez de ÉL la inundaba por dentro, eso la hizo tan feliz. La nalgadita que sintió significaba que debía limpiarlo, se volteó y suavemente con la lengua lo limpió saboreando cada fluido. Mientras que por su sexo y muslos se escurría el blanco elixir de ÉL. Le ordenó levantarse y mientras ella chorreaba llena de placer y felicidad, ÉL se acomodaba los pantalones para llevársela así por todo el lugar hasta la casa, caminando, sin limpiarse, de su collar y desnuda. Pero más feliz que nunca.


BDSM;


Pues mi primer escrito decidí que sea informativo, sobre esta parte de mí que me ha abierto muchas experiencias, me ha ayudado a conocerme más, me ha dado placer y sobre todo aprendizaje. Me ha ayudado a liberarme, a expresar mis gustos sin miedo y me ha dado a entender que son normales, esta libertad recién descubierta que equivale a felicidad. Todo esto gracias al BDSM. Este escrito contiene mi opinión personal, como todos no dispongo de la verdad absoluta, esto solo es lo que más se acerca a mi punto de vista, así que las percepciones pueden cambiar dependiendo de cada quien, sobre todo en un mundo tan amplio como lo es el BDSM.

Este se lo dedico especialmente a aquellos curiosos que desean experimentar más, que sienten que la sexualidad expresada comúnmente como se suele hacer, no es suficiente.
Entonces, primero que nada hay que saber:


¿Qué es el BDSM?

Primero que nada vamos a empezar por definir las siglas.
B: Bondage. Refiriéndose a la inmovilización total o parcial del individuo sumiso por parte del Dominante. Puede ser con esposas, cadenas, correas, ataduras con telas, ropa interior, corbatas y cuerdas, si se es más elaborado y artístico puede ser llamado Shibari.
D: Dominación. Se refiere al poder que puede tener una persona sobre otra que se lo permite.
S: Sumisión. Se refiere a la entrega de poder y respeto de una persona sumisa, esto es voluntario.
    Sadismo. Se refiere al disfrute que puede tener una persona causándole dolor o humillación a la persona sumisa, siempre bajo mutuo acuerdo.
M: Masoquismo. Se refiere al disfrute que puede tener la persona al ser expuesto a dolor o humillación, por elección propia.

Ahora bien, el BDSM no es solo esto o estrictamente esto, se puede tener una práctica sin la otra, puedes disfrutar del bondage sin necesidad de ser una persona sumisa a los pies de su Dominante, puedes ser masoquista y disfrutar del dolor también sin entregarte en sumisión sino teniendo un compañero de juegos, incluso hay sumis@s que puede que no disfruten del bondage o de otras prácticas como la humillación y es ahí donde vienen los límites y distintos métodos para garantizar una seguridad, disfrute y desarrollo de esta actividad sin hacer daños psicológicos o físicos irreversibles. Hay muchas razones que nos diferencian de algún violador, asesino o persona con problemas psicológicos graves. 

Hablando de BDSM, hablamos también de crecimiento personal, desarrollo del intelecto, elegancia, pues es un mundo que requiere cierto tipo de información de sus participantes. No hablamos de sexo duro y ya, hablamos de una serie de prácticas, muchas de las cuales requieren cierto tipo de entrenamiento y educación para evitar accidentes graves, pues aquí se juega con sensaciones extremas y entrega de poder. Requiere mucha sinceridad por parte de los que están en el juego respecto a gustos, sensaciones y sentimientos, siempre para evitar que alguien salga dañado en estas actividades de placer. Debe haber incluso más compenetración y confianza que en una relación vainilla (convencional), esto de explorar los límites y gustos de cada quien, tener nuevas experiencias y una responsabilidad al momento de la dominación y entrega, ayuda a crecer, a liberarse e incluso a vencer complejos a cada persona.

Es tan amplio este mundo que puede o no involucrar sexo, ya que los participantes pueden obtener incluso más placer que el sexual, durante estas prácticas. También puede limitarse a sesiones de vez en cuando (sesiones es cuando las personas se encuentran para realizar estos juegos), puede ser algo más compenetrado como una relación D/s, donde la persona sumisa debe seguir ciertas reglas y órdenes que el Dominante quiera en el tiempo que ambos puedan pero con más frecuencia y hasta puede ser algo 24/7, es decir un juego de rol durante las 24 horas del día, 7 días a la semana, esto es por supuesto sin dejar a un lado la vida personal de cada quien para poder desenvolverse en la sociedad como una persona normal. De igual manera una relación de este tipo puede limitarse enteramente a el intercambio de poder y sus diferentes juegos, sin involucrar una relación a nivel sentimental de pareja como un noviazgo, es decir sin llevarlo al lado vainilla.

En la definición de las siglas del BDSM, hice énfasis en que siempre estas prácticas son por mutuo acuerdo, independientemente de las reglas a las que se lleguen después, esto es lo básico. La persona azotada siempre QUIERE ser azotada y la persona que azota QUIERE azotar, aquí nada es obligado ni con una persona obligada, si simplemente no lo deseas o no quieres, pues no lo hagas, antes de ser dueño de alguien o entregarte, tienes primero que ser dueño de ti mismo.

SSC


Estas siglas significan Sano, Seguro y Consensuado. Muchos lo llaman la trilogía del BDSM.
Debe ser sano, la entrega de la persona sumiso generalmente es entera, incluso mental, por esto la persona Dominante tiene una responsabilidad alta en no dañar psicológicamente a la persona que le confía todo su ser, esto incluye un daño físico grave.

Seguro pues en todas estas prácticas ya que son extremas  debe haber cierto rango de seguridad, por ejemplo, al hacer ataduras debe haber una tijera cerca para que en casos de emergencia se pueda soltar rápidamente al sumiso. Durante estas prácticas se debe evitar un estado de ebriedad o drogas que alteren la percepción tanto de la fuerza, dolor y demás sentidos que puedan poner en riesgo a sus participantes.

Consensuado, esto debe existir SIEMPRE como ya dije si tú no quieres no lo hagas, no se obliga de ninguna manera a los participantes a hacer nada. Se puede conversar sobre los límites de los participantes, que te gustaría experimentar, que has hecho, que no, cuáles son tus límites flexibles que podrías superar con ayuda y cuáles son tus límites intocables, infranqueables que por nada quieres hacer. Por supuesto los límites siempre pueden ir variando y ser cambiantes, como seres humanos que somos. A veces la entrega es tan completa y el Dominante conoce tan bien a su sumiso que este puede hacer que el sumiso supere límites o desee superarlos y es cuando la mano guía del Dominante interviene.

En el SSC se crea una palabra o palabras (también gestos en caso de no poder hablar) de seguridad, que le da al sumiso la capacidad de detener el juego que se esté llevando a cabo o disminuir la intensidad en caso de ser estrictamente necesario y que el sumiso sienta que está ocurriendo o puede ocurrir algo no tolerable por este.

Una vez estipulados los límites y la palabra de seguridad, la persona sumisa abandona todo tipo de poder en la relación y se lo cede a la persona Dominante que debe respetar los límites y la palabra, fuera de esto es quién tiene completo poder en la relación.

En muchos casos en el BDSM se pueden crear “Contratos” que obviamente no tienen un valor legal como tal pero da orden y seguridad a la relación. En estos contratos se suele colocar las responsabilidades de la persona sumisa, las responsabilidades de la persona Dominante, los límites de ambos, palabras de seguridad e incluso reglas de vestimenta, alimentación, si se involucra sexo o no, tareas diarias y demás cosas importantes para la persona Dominante y la sumisa.


RACSA


Estas siglas se refieren a Riesgo Asumido y Consensuado para prácticas de Sexualidad Alternativa o no convencionales. En inglés RACK por Risk Aware Consensual Kink.

Esta es una alternativa para los que no practican el SSC, nos habla de que los participantes en una relación que utiliza el RACSA, estipula de igual manera consensuada, que interpretan ellos como sano y seguro, aquí suele haber menos límites o incluso no lo existen. Si los participantes lo desean pueden realizar los juegos bajo el efecto del alcohol por ejemplo.

Aquí también se habla del metaconsenso, es decir, consensuar no consensuar, donde no se establecen límites ni palabra de seguridad, por supuesto esto requiere gran control por parte del Dominante y un profundo conocimiento de su sumiso, para saber hasta dónde y cómo llevar a su sumiso durante el juego sin resultar en una experiencia dañina o no satisfactoria para el sumiso. Pero esto debe ser hecho en relaciones que ya tienen tiempo y más experiencia, para evitar accidentes graves. De igual manera como veníamos diciendo el RACSA se aplica sólo si ambas partes están de acuerdo, reafirmo que nada es obligado.






Estas son algunas características que tiene una relación BDSM a mi parecer, como dije en un principio, estos conceptos e interpretaciones son personales y nadie tiene la absoluta verdad de nada, sobre todo en un mundo tan amplio y con tantas variaciones como este, mis opiniones no son completamente rígidas, pues pueden cambiar, pero esto es lo que pienso y entiendo hasta ahora, acepto críticas constructivas.
Más delante tocaré temas como lo que es una persona sumisa, una Dominante, una switch y una esclava. También hablaré más profundamente de parafilias, prácticas y fetiches en el BDSM, unas ya mencionadas y otras no. Espero haya sido informativa =)