De la misma
manera que un Dominante nace y luego se hace, ocurre con la sumisa o sumiso, se
nace sumiso, debes en realidad serlo para poder disfrutar de la entrega y
cumplirle como es debido a tu Señor o Señora, luego se hace una persona sumisa,
bajo las manos expertas de un Dueño que moldea.
Me han preguntado
varias veces qué es la sumisión y yo siempre explico que es un sentimiento, una
forma de ser, como nadie puede disfrutar ser algo que no es pues no te obligues
a ser sumisa, hay personas que se obligan a sí mismos a ser sumisos sólo por
agradar y esto no es sano, recalco siempre que nada es obligado, es por deseo
propio es que uno se entrega.
Se puede
describir en pocas palabras la sumisión y es devoción por tu Dominante, deseo
de satisfacerlo, necesidad incluso de complacer sus órdenes y caprichos. Ese
sentimiento de sumisión que te lleva a crecer para esa persona, a mejorar para
hacerlo orgulloso de ti día a día. La felicidad de los sumisos es ser usados,
educados, castigados, disciplinados y tomados en cuenta para lo que el
propietario desee, más aún recibir una felicitación o premio de quien lo posee.
Primero que nada
como ya he dicho debe haber respeto de ambas partes y una sumisa o sumiso debe
dirigirse con respeto a los dominantes, siempre que esté en su rol tratarlos de
Usted y de Señor/a o en caso de pertenecerle Am@, Dueñ@ y cualquier otro nombre
deseado por la persona Dominante. En caso de ser solicitados sus servicios de
sumisión y no tener Dueño, se debe evaluar si es a quién deseas entregarte, en
caso de tenerlo notificar que así es y el Dominante puede o no, solicitar los
servicios a tu Dueño mientras no esté en tus límites, y prestarte a otros
Dominantes, a los cuales les debes el mismo respeto y servicio que a tu Amo.
La entrega debe
ser plena, transparente, total. Debes velar por los deseos de tu Amo y
cumplirlos a cabalidad, siempre hacer todo lo que esté en tus manos para
satisfacerlo, sin rechistar ni dudar, la entrega es ciega y el Dominante sabe
que es lo mejor, así que la persona sumisa no debe cuestionar las órdenes, caprichos,
castigos y deseos de su Dominante, por el contrario, debe obedecer de inmediato
y dar lo mejor de sí. Una sumisa debe hacer sentir a su Dueño orgulloso, la o
el sumis@ es el reflejo de su Dominante, así que debe ser educado, obediente,
respetuoso y siempre estar impecable. Mientras que esté en tus manos debe estar
disponible para cumplirle a su Dueño. Hay que mantener una buena higiene personal
siempre, no sabes cuando el Amo desee usar a su mascota.
La sinceridad y
transparencia son sumamente importantes, pues así es más fácil para el
Dominante llegar a conocer al sumiso, comunicarle sus miedos, límites, deseos y
fantasías con claridad cuando sea solicitado. Debe informar sus fallas sin
mentiras, así podrá ser disciplinado mejor. Debe consultar siempre todo lo que
desee, informar y reportar para que el Dominante esté al tanto de qué hace y
donde, pues puede tener planes para el sumiso.
A muchos
Dominantes les gusta controlar la alimentación, vestuario e incluso momentos
para las necesidades fisiológicas del sumiso o sumisa, por lo tanto la comunicación
debe ser completa. Puede ser el objeto de su Señor/a. Un sumiso debe ser lo que
su Dueño desee que sea, convertirse en su objeto de placer, su mascota, su
perra y todo al gusto de quién lo posee, incluso ser el perfecto mueble para
que descanse los pies, una bandeja para la comida, cocinera, dama de limpieza,
estilista, masajeadora, etc; cualquier cosa para satisfacer los deseos y
necesidades del Amo, quien dispone de la persona sumisa a su antojo. Controlará
los orgasmos, se adueñará incluso de la mente del sumiso, se meterá bajo su
piel.
La sumisión
conlleva mucho aprendizaje también, tanto de educación, como de gustos,
costumbres y aprender a atender y cumplir a como debe ser al Señor. Será el
momento de conocer sus gestos, ropa que más le gusta que luzcas, posiciones, su
rutina y facilitarle su día a día.
El trato entre
sumisas debe ser respetuoso de igual manera, entre el gremio de sumisos debe
haber ayuda, consejos y compañerismo. Este sentimiento es incluso fraternal
cuando se tiene hermanas o hermanos del mismo Dueño, sin que existan celos ni
envidia, la unión entre sumisas es importante para satisfacer al Dominante,
ayudar con el entrenamiento y tareas si es permitido para ser más eficiente en
el servicio de sumisión.
Generalmente al
haber una relación D/s, el Dueño le coloca a su sumis@ un collar, que denota
que es de su propiedad. El collar también puede ser virtual y llevar unas
inciales del Dominante entre dos llaves {…}. La persona sumisa debe sentirse
orgullosa de portar este símbolo de propiedad y entrega, respetarlo y llevarlo
siempre que se le ordene.
Personalmente se
me hace bastante difícil escribir sobre la sumisión, cada responsabilidad como
sumiso varía dependiendo de las exigencias del Amo, pero en sí, es algo que se
lleva muy dentro del ser, es algo que se siente y al igual que el amor, es un
sentimiento muy difícil de explicar, las palabras no son suficientes. Yo lo
siento desde lo más profundo de mí ser, sin esfuerzo ni de manera obligada soy
sumisa, disfruto serlo y estar a los pies de un Amo que te educa, castiga y
guía es delicioso. Cumplir con sus caprichos y recibir sus azotes de cariño o
castigo, mirar su sonrisa de orgullo y cara de satisfacción, esforzarse cada
día por ser mejor para Él, superar los complejos y miedos con su ayuda, son
pocas cosas de los placeres de sumisa, existir a su medida, funcionar a su
ritmo y disfrutar de su mano dura pero a la vez comprensiva… El deseo de sentir
todo esto y más me hace continuar en mi rol de sumisa y en la espera de ese
Señor que me descubra.
Muchas feministas
extremas me juzgan por sumisa, pero lo que no entienden es que esta capacidad
de aceptar mi sexualidad y poderla expresar plenamente me da poder, esta fuerza
para decidir mi fuente de placer, yo decido cómo y cuándo entregarme sin
complejos ni pensar en el qué dirán. No existe Dominante sin sumiso y viceversa.
Es un rol, no mi vida entera, ya que en mi vida personal soy una persona
bastante dominante y dejarme llevar en manos de alguien da rienda suelta a mis
deseos más básicos y animales, dejar en otra persona el poder sobre mi placer,
para que pueda estirarlo, explorarlo y cambiarlo como desee es inmensamente
satisfactorio. Ser desarmada y luego reensamblada al gusto del Amo, con sólo
una orden, un gesto, una tarea o una palabra es delicioso.
La sumisión ha
sido un viaje de autodescubrimiento para mi, el placer que me da servir nunca
imaginé que lo sentiría, tampoco pensé que el dolor me generara tanto goce, me
he descubierto como una masoquista, sumisa y eso me hace sentir completamente
feliz y libre, aceptarme como soy y poder expresarlo, la sumisión es sentir
libertad en las cadenas de un Amo.
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