La multitud se arremolinaba en aquel
centro comercial, llegaba cada vez más gente parándose de punta para poder
ver, muchos boquiabiertos miraban dentro de esa vitrina, amplia, con un
vidrio totalmente transparente e impecable. Otros con
intriga. En esa vitrina estaba ella, acompañada solo
por una silla y unas luces que la iluminaban a perfección, inmóvil se encontraba ahí vestida como le había sido ordenado.
Aquél corset negro que dejaba al descubierto y realzaba sus
pechos, el cuero de ese corset terminaba a la altura de sus caderas, dejaba su trasero y su sexo a la vista, en el
borde inferior se convertía en un liguero que
con lazos negros sostenía sus medias, también negras. Llevaba unos altos tacones.
De cabello suelto que le acariciaba
toda la espalda ahí estaba ella, inmóvil cual maniquí Por fuera se miraba
inexpresiva, por dentro temblaba, pero no tenía miedo, ella confía ciegamente
en aquel que le ordenó estar ahí. Solo había recibido esas órdenes, ir a ese
lugar, vestida así y pararse de esa manera, sin moverse. No sabía que iba a
pasar. Podría pasar el día entero ahí y no hacer mas nada o podría llegar ÉL.
Pero algo si era seguro, estaba siendo observada, docenas de ojos la hurgaban,
casi sentía como la recorrían, como miraban sus pechos erguidos, su rostro que
empezaba a perder la calma, sus muslos, sus caderas y su sexo mojado, sí, ya
estaba mojado, ella sentía como sus fluidos salían y se deslizaban a sus muslos
No podía creerlo pero la mirada de esas personas que la ponían tan nerviosa, a
la vez la estaban excitando. Le gustaba ser vista Tanto que sus medias ya
estaban empezando a humedecerse también.
Sus piernas comenzaron a temblar. Ya
llevaba aproximadamente 2 horas así. ¿La silla era para ella? ¿Para sentarse en
un momento así? Pero solo había recibido órdenes de estar parada, aunque estaba
cansada. Excitada, cansada, no sabía qué hacer, sin embargo se quedó así de
pie. Una lágrima escapó de uno de sus ojos y rodó por su mejilla. La gente se
preguntaba, que hacía ella ahí, si no fuera por la lágrima y la humedad,
pudieron haber pensado que era un maniquí. ¿Por qué la muñeca lloraba? Porque
no sabía qué hacer, necesitaba a su SEÑOR, necesitaba una orden de ÉL, la que
fuera. Angustiada por no saber qué hacer, ahí expuesta por tanto tiempo, necesitaba
que la guiara su dueño. Cada vez se sentía más expuesta. Cada vez más expuesta,
mas excitada, mas indefensa y más de ÉL. Brotaban mas lágrimas incontenibles,
ya no iba a poder controlarse.
Rompió en llanto y sus piernas
cedieron, estaba de rodillas en esa vitrina, completamente desarmada, llorando
ante aquella multitud En ese momento siente una mano que acaricia su cabello,
era ÉL sin duda alguna. Reconocía su olor, su presencia, su mano. Sintió un
alivio tan inmenso, su corazón se llenó de felicidad, ahora las lágrimas eran
de alegría y una sonrisa llego a su rostro. ÉL le dijo: levántate. Ella
obedeció agradeciendo escuchar esa voz q tanto adoraba. Sin mirarlo a los ojos
y con las piernas débiles se paró. ÉL le permitió que lo mirara, ella sube la
mirada y se encuentra con sus ojos penetrantes, le sonríe y la calma. ÉL estaba
todo de negro, imponente como siempre y con un látigo en su otra mano. Ella
sintió tanta calma al estar con su AMO. Le dijo: calma pequeña mía, no pasa
nada, pero me has desobedecido, te dije que te quedaras de pie y no lo hiciste.
Te castigaré fuertemente.
A ella no le importaba, se sentía
feliz, plena porque su SEÑOR estaba ahí. Sintió 2 nalgadas suaves, era una orden,
ya sabía lo que significaban Se puso en 4, como la perrita que es. ÉL le dijo
que de espaldas al público. Ella obedeció. Ahora su sexo y su culo estaban ahí
a la vista de todos.
Su SEÑOR recorrió su cuerpo con una
mano, desde su nuca por su espalda, apartando el cabello hasta su sexo, se mojó
la mano y volvió para humedecer su culo. Eso le causo un inmenso placer a
ambos. Pero ella sabía que solo se aproximaba el castigo. ÉL dejó caer el
extremo del látigo que tenía enrollado en la mano. Ella dejó de respirar un
momento y cerró los ojos, con extrema habilidad, su SEÑOR levantó el látigo y
le dio el primer azote, aún suave. ÉL solo la probaba, siempre estuvo en el
publico
con látigo en mano, esperando el momento en que ella no aguantara mas, estaba orgulloso por todo el tiempo que ella estuvo ahí, sola, de pie, pero sin duda alguna había desobedecido, vino el segundo latigazo y ella los contaba. “¡Uno mi Señor!, ¡2 mi Señor!”.
Aumentaban en fuerza y se distribuían en su espalda y nalgas, dejando hilos rojos en su piel. ¡49 mi Señor!... Ya eran muy fuertes y ella se retorcía, respiraba profundo y se escapaban las lágrimas. Sin embargo aguantaba, en el azote 50 ÉL se detuvo. El público que los observaba estaban unos indignados y otros excitados. Nadie se iba.
con látigo en mano, esperando el momento en que ella no aguantara mas, estaba orgulloso por todo el tiempo que ella estuvo ahí, sola, de pie, pero sin duda alguna había desobedecido, vino el segundo latigazo y ella los contaba. “¡Uno mi Señor!, ¡2 mi Señor!”.
Aumentaban en fuerza y se distribuían en su espalda y nalgas, dejando hilos rojos en su piel. ¡49 mi Señor!... Ya eran muy fuertes y ella se retorcía, respiraba profundo y se escapaban las lágrimas. Sin embargo aguantaba, en el azote 50 ÉL se detuvo. El público que los observaba estaban unos indignados y otros excitados. Nadie se iba.
La mano de ÉL bajó hasta mojarse con
ella, tanteó y apenas la tocó, se le escapó un gemido. Con una sonrisa perversa
ÉL la mira "Eres mi perrita" le dice, "apenas te toco y casi te
corres, ahora siéntate en la silla, con las piernas bien abiertas y mastúrbate,
que te vean".
Ella se sienta en la silla, con la
mirada baja avergonzada, ÉL la corrige, que vea a la gente que la mira, sus
expresiones, lo que ella causa en ellos, abre bien las piernas y su mano baja,
estaba empapada, ya mojaba la silla, empezó a tocarse, la gente sorprendida la
miraba fijo, vio que un par de parejas se manoseaban disimuladamente, señoras
cruzaban las piernas y se echaban aire, señores escondían la erección, eso la
puso a millón, los tenía a todos excitados, quizás tanto como ella, se tocaba
de la manera más sensual y desinhibida, le gustaba que la vieran, era toda una
perra, gemía se retorcía y ÉL, la miraba, sonriente y orgulloso. Sentía como el
orgasmo se aproximaba, se agitaba más y cuando estuvo a punto, lo escuchó:
"yo no te dije que podías acabar", ella sabía que era una
advertencia, su mano se detuvo mientras ella temblaba del orgasmo aguantado.
Respiraba profundo para aguantar.
"Ahora lame la silla, límpiala" le ordenó ÉL... Ella lo hizo, saboreaba sus jugos, excitada como nunca, no pensaba en mas nada que complacerlo cuando estuvo limpia la silla, ÉL abrió sus pantalones. Ella estaba bien entrenada, hizo lo que debía, fue a gatas hasta ÉL de rodillas frente a su SEÑOR, comenzó a hacerle sexo oral, como sabía que le gustaba, como había sido entrenada. Lo mojaba, babeaba como una niña, gemía y se esforzaba para hacerlo feliz, el empujaba para ahogarla, ella contenía su respiración sentía como su SEÑOR se adentraba hasta el fondo de su garganta. Ella se aferraba a sus piernas fuertes, la detuvo y agarrándola por el cabello la haló paseándola por todo el espacio de la vitrina: "Mira perrita, como todos te ven" Continuó: "estas siendo expuesta como lo que eres, mi puta, que todos vean como te uso a mi antojo, como eres MIA".
"Ahora lame la silla, límpiala" le ordenó ÉL... Ella lo hizo, saboreaba sus jugos, excitada como nunca, no pensaba en mas nada que complacerlo cuando estuvo limpia la silla, ÉL abrió sus pantalones. Ella estaba bien entrenada, hizo lo que debía, fue a gatas hasta ÉL de rodillas frente a su SEÑOR, comenzó a hacerle sexo oral, como sabía que le gustaba, como había sido entrenada. Lo mojaba, babeaba como una niña, gemía y se esforzaba para hacerlo feliz, el empujaba para ahogarla, ella contenía su respiración sentía como su SEÑOR se adentraba hasta el fondo de su garganta. Ella se aferraba a sus piernas fuertes, la detuvo y agarrándola por el cabello la haló paseándola por todo el espacio de la vitrina: "Mira perrita, como todos te ven" Continuó: "estas siendo expuesta como lo que eres, mi puta, que todos vean como te uso a mi antojo, como eres MIA".
La ubicó en 4 patas, dándole la cara a
la multitud, la dejó ahí un momento en silencio, mirándolos a todos. Excitada,
gimiendo, deseosa "¿Ahora perrita, dime que necesitas?" Le dijo
mirándola "Dime ¿qué sientes?" Ella le responde: "necesito que
me use mi SEÑOR, por favor se lo pido, necesito sentirlo dentro de mí, se lo
ruego". "Tendrás que rogar mejor mi perrita" le dice ÉL. Ella
arquea la espalda pega el pecho al suelo, levanta mas el culo y se abre las
nalgas "Se lo pido mi SEÑOR, úseme como se le antoje, soy toda suya para
lo que desee, siento que no puedo mas y solo lo necesito a USTED"
Ella iba a continuar rogando, pero
repentinamente sintió una embestida, ÉL se adentraba en ella, se abría paso, ella
miró al cielo, un grito escapó de su boca, tembló y con solo un par de embestidas
mas, se corrió, empapando más el lugar. Ella gemía sin parar, él no se detuvo,
la penetraba fuerte, la halaba del cabello, la nalgueaba y marcaba sus dedos en
sus nalgas, sus tetas se balanceaban al ritmo de ÉL. Ella abría los ojos para
poder mirar el público que ya había olvidado el recato y se tocaban
La miraban y se manoseaban, ella los miraba y gemía. Tuvo uno, dos, hasta 5 orgasmos mas. Sintió luego como su SEÑOR la llenaba.
La miraban y se manoseaban, ella los miraba y gemía. Tuvo uno, dos, hasta 5 orgasmos mas. Sintió luego como su SEÑOR la llenaba.
Como sentía que la calidez de ÉL la
inundaba por dentro, eso la hizo tan feliz. La nalgadita que sintió significaba
que debía limpiarlo, se volteó y suavemente con la lengua lo limpió saboreando
cada fluido. Mientras que por su sexo y muslos se escurría el blanco elixir de
ÉL. Le ordenó levantarse y mientras ella chorreaba llena de placer y felicidad,
ÉL se acomodaba los pantalones para llevársela así por todo el lugar hasta la
casa, caminando, sin limpiarse, de su collar y desnuda. Pero más feliz que
nunca.
Interesante relato. Sencillo, directo y lo suficintemente abierto para que cada uno cree su propia versión en la mente, enriqueciendola como quien abona un campo para cosechar imágenes que perduran en la memoria. Un muy feliz control del amo para un muy feliz final para la sumisa.
ResponderEliminarFelicitaciones.
Saludos =)
Muchas gracias por mi primer comentario, es muy amable =D
ResponderEliminartx809 fake designer bags wi650
ResponderEliminar